
El principal objetivo consiste en convertir la relación y rutinas diarias en una estimulación agradable que mejore la relación madre-hijo, aumentando la calidad de las experiencias vividas y la adquisición de herramientas útiles para el desarrollo infantil.
La estimulación temprana se concibe, por parte de los padres, como un acercamiento directo, simple y satisfactorio, para gozar, comprender y conocer mejor a su hijo, y por parte del hijo como una fórmula eficaz para mejorar su potencial del aprendizaje.
Tomado de: FUNDACIÓN BELÉN